Consejos a un asesor inmobiliario.
1. Conoce personalmente cada propiedad.
Antes de mostrarla a tu cliente. Necesitas saber que vas a ofrecer, en qué estado de conservación esta la propiedad, como se ve por dentro y por fuera, abre los armarios, cajones, asegúrate que todo sirva, si está desocupada verifica el estado general, y si está ocupada, podrás observar cómo se siente habitada. ¿Te gusta a ti la propiedad? ¿Qué beneficios y ventajas tiene? ¿Cuáles son las desventajas, que tiene mal? Conocer la propiedad antes de llevar a un cliente al recorrido, te permite conocer el “producto” y saber cómo lo vas a vender.
2. Conoce a los dueños.
Si tienes la exclusiva (Y SIEMPRE DEBES TENERLA) entonces ya conoces a los dueños y ya sabes qué tipo de inmueble promueves. Si estas en una operación compartida, pídele a tu colega hacer un recorrido. De esta forma estrechas el lazo profesional con ella y puedes platicar con conocimiento de causa de la propiedad con tu cliente.
3. Si es una propiedad nueva o en un desarrollo.
Conoce el proyecto, ¿cuántas propiedades hijo? ¿Tienen áreas comunes? ¿Cómo los entregan? ¿Terminados, en obra gris o blanca? ¿Hay financiamiento? Si no están terminados, ¿Cuándo los entregan? ¿Se pueden escriturar? ¿La constructora tiene otros desarrollos, cuales, donde ?, pide planos estúdialos, si no sabes, aprende, verifica en obra, debes conocerlo mejor que el que construye.
4. Si está habitada la propiedad.
¿En qué estado esta? Sugiere a tu cliente que la mantiene bonita, arreglada, recogida y que huela rico, si necesita arreglos menores sugiere los hagan. Una propiedad atractiva lo será también para tus clientes y se darán una idea de cómo se ve habitada. Cuando concretes una cita, avisa con el tiempo suficiente y siempre has la petición.
5. Si no está habitada.
Es importante que esté limpia, que el jardín este decente y que no tenga acumulación de basura, revistas, periódico o correo viejo en la puerta. Esto da sensación de abandono. ¿Tú comprarías un inmueble sucio y deteriorado? Lo mismo es con la propiedad. Incluso es buena idea que tengas una persona que te ayude a limpiarlas y mantenerlas bien del pasto.
6. Hacer tus propias piezas de publicidad.
Es buena idea y habla de tu profesionalismo e imagen que tengas impresas las características de la propiedad, incluso con fotos. Una impresión a color cuesta un poco más, pero da al cliente una referencia mejor de las propiedades.
7. Es ideal que tengas un teléfono con Internet.
Que desde él puedas acceder al portal de tu oficina cuando estés en el recorrido con tu cliente … de esta forma podrás tener a la mano los listados de propiedades que puedes enseñar a tu cliente y te da una imagen profesional.
8. Conoce las principales características y defectos.
Esto es indispensable y te permitirá hacer un recorrido profesional con seguridad. El cliente aprecia la comunicación honesta. Checa que todo funcione correctamente y asegúrate de preguntar al dueño si algo requiere reparación o mantenimiento.
9. Conoce la situación de la propiedad.
Ante el Registro de la Propiedad, investiga que no tenga problemas testamentarios, de embargos u otros que pudiesen entorpecer el proceso de venta o que lo impidan. En caso de renta te sugiero que conozcas acerca de la ley de extinción de dominio y otros temas relacionados.
10. Enamórate de la propiedad.
Es increíble vender algo que te gusta, que conoces y que puedes recomendar. Si fuera tuya, como la arreglarías, de qué color pondrías alguna pared favorita … conoce la zona, cuál son las vías de acceso, de salida, las horas de tráfico, las escuelas cercanas, los servicios, ten alguna anécdota de la colonia . Conoce la ubicación, si es oriente, poniente, norte o sur, donde le da el sol en la mañana…
11. Interésate por lo que busca el cliente.
¿Qué necesita? ¿Cuántas recamaras? ¿Tiene familia? ¿Cuántos? ¿Dónde trabaja? ¿Tiene mascotas? Búscale la propiedad que más se adapta a sus necesidades. Tiene una elección acertada de las propiedades que van a recorrer, no se vale llevarlo a una propiedad que de plano no cumple con los requisitos pero que “a lo mejor se puede adaptar”.
12. Cuando muestres una propiedad.
No digas lo obvio “Esta es la cocina”, “Esta es la recamara” más bien indicarle al cliente las características y beneficios de cada espacio, “La cocina tiene una vista maravillosa y le da el sol por la mañana, la estufa es alemana y la cubierta de granito “,” La recamara es muy silenciosa. No tiene colindancias con ninguna habitación de la casa, le da el sol por la tarde y está muy agradable. “
Recuerda, un asesor inmobiliario profesional piensa y se ve como los grandes. Un asesor inmobiliario no es el que se despierta pensando “Hoy voy a vender la casa de mi primo” u “Hoy abro mi empresa inmobiliaria porque creo que es buen negocio”. Un asesor profesional se hace en base a la experiencia y al conocimiento.
Únete a las empresas inmobiliarias establecidas, es toda la diferencia en tu carrera y tus ingresos.